El
modernismo es un movimiento artístico y literario que tuvo lugar a
finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Se trata de una
corriente estética que rechaza el realismo de la etapa precedente.
Surge en Hispanoamérica hacia 1880 y cuyo objetivo estético es la
búsqueda de la belleza como medio para huir de la realidad cotidiana
y de mostrar su desacuerdo con la materialista sociedad burguesa,
fundamentalmente se presenta en el ámbito de la poesía,
caracterizado por su ambigua rebeldía creativa, su refinamiento
narcisista y aristocrático, una profunda renovación estética del
lenguaje y la métrica, y el cultural ismo cosmopolita.
El
Modernismo es introducido en España por el poeta nicaragüense Rubén
Darío (1867-1916) a raíz de una visita a Madrid en 1892 y José
Martí, poeta cubano. Este movimiento triunfa en España hasta el
comienzo de la Primera Guerra Mundial.
Características
del modernismo:
Se
trata de una literatura estética, plasma la
búsqueda de la armonía, la perfección, la belleza por encima de
todo. Esto se consigue a través del predominio de los valores
sensoriales, por lo que destaca la renovación del lenguaje con
vocabulario de los campos semánticos del color, de los efectos
sonoros, etc. También se le da gran importancia al ritmo y a la
musicalidad. El léxico se enriquece con
cultismos y voces de exótica resonancia, como son: unicornio,
pavanas, ebúrneo, cisne, etc. Para conseguir
el ritmo y la armonía, los Modernistas proponen una renovación
métrica en la que predominará el uso del verso alejandrino.
A
cerca de los temas, se suelen expresar sentimientos como el hastío,
la desidia, la melancolía…Este hastío vital es la causa de que
los autores modernistas se refugien en los mundos de ensueño de sus
textos. La actitud ante la vida es similar a la del escritor
romántico, ya que sienten un malestar ante la sociedad burguesa a la
que consideran vulgar y contra la que mantienen una postura
inconformista, que se refleja en un estilo de vida bohemio.
Predomina, sobre todo en una primera etapa, los temas
relacionados con lo legendario, lo pagano, lo exótico, lo
cosmopolita. El cosmopolitismo se plasma sobre todo en la devoción y
la admiración que sienten por París, con sus cafés, sus elegantes
salones, la vida bohemia, etc. La melancolía es un tema central, con
predominio de la presencia de lo otoñal, lo crepuscular, la noche.
El amor y el erotismo hacen el contraste entre un amor delicado, con
la mujer idealizada y un intenso erotismo, plagado de sensuales
descripciones. Se trata de un amor imposible.
Se
persigue la evasión de la realidad, con escenarios remotos tanto en
espacio como en tiempo. Aparece “el escapismo” donde el
escritor se evade de la realidad adentrándose en un mundo de
ensueño, exótico, pagano. Se sitúa en espacios y tiempos lejanos
como la E.M., la antigüedad clásica, el mundo dieciochesco….
Aparecen así: dioses, ninfas, caballeros y marquesas, viejos
castillos, jardines perfumados, cisnes (que se convirtió en el
símbolo de la estética modernista) y libélulas, piedras preciosas,
marfil, etc. Todo con la intención de escapar de una realidad que
les resulta hostil, al igual que a los románticos, pero con un
lenguaje más colorista. Los modernistas crearon su mundo
propio ideal que les permitiera afrontar la vida rutinaria. Rubén
Darío decía: ”Veréis en mis versos princesas, reyes, cosas
imperiales, visiones de países lejanos: ¡qué queréis!, yo detesto
la vida y el tiempo en que me tocó nacer”. La
melancolía es un tema central (con predominio de la presencia de lo
otoñal, lo crepuscular, la noche). El amor y el erotismo----
contraste entre un amor delicado (con la mujer idealizada) y un
intenso erotismo (plagado de sensuales descripciones). Se trata de un
amor imposible. Exaltación de lo hispánico
frente a la cultura anglosajona.
MARÍA
LOZANO GÓMEZ
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